Uno de los mejores aliados del cuidado de la piel es la vitamina C. Te contamos qué valores tienen y por qué es una buena idea usarlo en verano para sacar su mayor provecho.

Recuerda tener alta rigurosidad con el protector solar.

1. Protección antioxidante:

La vitamina C es conocida por su impresionante capacidad antioxidante. En verano, nuestra piel está más expuesta a los daños causados por los radicales libres, generados por la exposición al sol y otros factores ambientales. La vitamina C actúa como un escudo, neutralizando los radicales libres y protegiendo tu piel de los efectos nocivos.

2. Atenuación de manchas:

La exposición solar excesiva puede llevar a la formación de manchas oscuras y pigmentación irregular. La vitamina C es efectiva para atenuar estas manchas, brindándote un tono de piel más uniforme y luminoso. 

3. Estímulo del colágeno:

El calor del verano puede deshidratar la piel y afectar la producción de colágeno, lo que lleva a la pérdida de firmeza y elasticidad. La vitamina C es clave para estimular la síntesis de colágeno, proporcionando a tu piel un impulso natural para mantenerse firme y tonificada.

4. Defensa contra los rayos UV:

Aunque la vitamina C no reemplaza el protector solar, se ha demostrado que complementa su acción al proporcionar una capa adicional de protección contra los rayos UV. Úsala junto con tu protector solar diario para un escudo completo contra los efectos dañinos del sol.

5. Mejora la textura de tu piel:

La vitamina C también trabaja para mejorar la textura de la piel, dejándola suave y radiante. Ayuda a reducir la apariencia de poros dilatados y promueve una piel más suave al tacto.

6. Reparación cutánea:

El verano puede causar estragos en la piel, desde sequedad hasta irritaciones por exposición al sol. La vitamina C contribuye a la reparación celular, ayudando a tu piel a recuperarse más rápidamente.

Súmala en tu rutina con la opción de Isntree con 23% de Vitamina C.